Las mujeres en movilidad enfrentan riesgos diferenciados de muchos tipos: mayor riesgo de vivir violencia sexual y por consiguiente embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, a ser víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual o laboral y por supuesto el riesgo a contraer COVID-19.Las mujeres están migrando no solo como miembros de las familias, sino también por su cuenta (en México, ellas, las niñas y niños representan el 64% del total de solicitudes de refugio). Esta situación debe acompañarse de políticas públicas de inclusión con perspectiva de género, considerando los obstáculos históricos y particulares que afectan a las mujeres migrantes, como la esfera económica, la violencia, el abuso y la explotación.
Por movilidades libres de violencia
22 enero, 2022