Personas Desplazadas de Laguna Larga, El Petén, Guatemala
En algún lugar en el medio de la línea que divide Campeche, México y El Petén, Guatemala 02 de junio de 2021
Hoy 2 de junio de 2021 a cuatro años del violento e injustificable desalojo de mujeres, niñas, niños, adolescentes, ancianas, ancianos y hombres que componen las 111 familias de la comunidad de Laguna Larga en El Petén, Guatemala; organizaciones civiles de México y Guatemala alzamos la voz en conjunto con las personas desplazadas para pedir justicia y gritar ¡Ya basta de tanta violencia, despojo, discriminación, desigualdad, deshumanización, y racismo por parte de los gobiernos y empresas que buscan la destrucción de la vida, de nuestro territorio, de nuestra madre tierra!
La comunidad de Laguna Larga ha resistido los embates y sufrimientos desde hace cuatro años, cuando por lo menos 2000 efectivos del ejército de Guatemala allanaron de forma violenta su comunidad con la justificación de “rescatar un área protegida natural” de la cual sus habitantes eran legítimas-os propietarios y desarrollaban su vida en completo equilibrio y cuidado de la naturaleza.
A la fecha se reportan 11 fallecimientos, entre los cuales existen seis menores de edad y una recién nacida debido a complicaciones obstétricas y a la imposibilidad de salir del campamento para atender a la madre (el hospital más cercano en el Petén se encuentra a 8 horas en camino selvático), lo que derivó en el posterior fallecimiento de la bebé. Estas son algunas de las dolorosas secuelas que el despojo, en aras del desarrollo económico, impacta en las poblaciones que habitan zonas ricas de recursos naturales.
A lo largo de estos años las estrategias jurídicas han sido diversas desde el propio sistema de justicia guatemalteco, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que desde inicios del desalojo ha dictado medias cautelares para las y los pobladores desplazados de Laguna Larga, sin que estas sean atendidas a cabalidad por el estado guatemalteco; un conjunto de acciones que no han logrado llevar justicia a estas personas.
Pareciera que la presión mediática y las estrategias de denuncia jurídica y política han permitido que las instituciones de Guatemala “consideren” la posibilidad de una reubicación (evidentemente el retorno ha sido negado, siendo este la única exigencia de la comunidad) dejando claro que las tierras que le sean otorgadas a las y los pobladores deberán ser pagadas, es decir, no existe justicia para quienes caminan descalzas-os.
Las personas desplazadas de Laguna Larga son un ejemplo de lucha que desde su resistir han logrado frenar por lo menos 500 órdenes más de desalojo en la misma región, ¿qué pasaría si éstas se cumplieran?, tendríamos posiblemente un éxodo de miles de personas buscando refugio en las líneas de frontera, una imagen que nos recuerda a los cientos de miles de personas refugiadas en los tiempos del Conflicto Armado Interno en Guatemala.
Hoy no debemos dejar pasar esta fecha, debemos asumir una responsabilidad ética, política y moral sobre la forma en la que se van ocupando nuestras regiones transfronterizas con el discurso de la seguridad y el bienestar. Hoy debemos recordar el ejemplo de resistencia y lucha que las personas de Laguna Larga sostienen, es urgente llamar a la observación internacional, al ejercicio de monitoreo ciudadano y exigencia de justicia, debemos pues reconocernos como una región que es impactada por el desplazamiento y las migraciones forzadas, sin posibilidad de derechos y amenazadas-os por el aparato militar que ocupa y nos despoja de nuestros territorios, cuerpos, tierras.
¡Laguna Larga Vive, la lucha sigue y sigue!
¡Por los derechos de las personas que habitan, resisten y defienden sus territorios de la devastación, el despojo, la dominación, nunca más desplazamientos forzados por el capital!